sábado, 25 de junio de 2011

Trono de sangre 1957 de Akira Kurosawa (La soledad del poder desmedido)



Kurosawa es un maestro narrando dramáticamente y construyendo el tono trágico:
Carácter del personaje. Anécdota lo que nos narra y el Lenguaje cinematográfico.

En la la atmósfera,la luz, la composición en general. Síntesis total. ¡Estupenda fotografía! Trascendental creador de soluciones y lenguajes visuales.

Se evidencia el mito y el ritual magnánimo que conlleva este género legado desde los orígenes del teatro griego. La belleza de la secuencia de la bruja o espectro y su ciencia de pronostico (la predestinación) Exposición en este film para nunca olvidar.

Un pintor indiscutible es Kurosawa, su talento plástico es incuestionable.

Los parlamento los corta, y los sustituyes por los íntimos y cargados silencios o la inmovilidad "supuesta" de la conspiración dentro de la circunstancias dada.

Magistral la visión de caballos iracundos, símbolos muy fuertes en el film.

No puedo contenerlo, me fascina la versión de Trono de sangre 1957 al mostrar la gran belleza medieval japonesa, y la trascendental atmósfera del género madre. El protagonista Washizu, interpretado magistralmente por Toshirô Mifune. muestra un caracter ambicioso, desmesurado en la incontensión total hasta perder los elementales sentimientos de la condición humana.

La impecable fotografía, las locaciones y, su banda sonora, un personaje más en el film. Hacen que este film una propuesta mitológica.

Kurosawa relatar la acción cinematográficamente en ascenso pujante al conflicto en los exteriores, y contrapone la acción de la traición, la bajeza humana, el ardid del mal, con la acción del relato casi teatralmente filmada en los interiores.

Es sobresaliente la fría exposición de la psicología de Lady Macbeth exacta en causa y efecto, síntesis total del trazado del carácter en la tragedia, sin sentimiento, con un delirio final que complace al espectador como venganza por su perverso actuar.

Diferente a la Lady Macbeth Welles, que llega a inspirar compasión y dolor por las consecuencias de su error trágico.

Kurosawa cambia el final de la obra, y hace que Macbeth sea asesinado por sus hombres que ya lejos de admiradle y respetarle le odiaban.

Shaskespeare hace que Macduff asesine a Macbeth (en pase de cuenta porque Macbeth asesina a su mujer y a sus hijos, escena terrible de matanza). Esta escena tan sangrienta y dolorosa Kurosawa, la corta Polanski la recrea.

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